Town and Country discusses 'The Enduring Appeal of the Brontë Sisters'.
Ask Emma Rice to explain the extraordinary shelf life of the Brontë sisters—Anne, Charlotte, and Emily, those 19th-century Brits who wrote some of literature’s most celebrated works—and her answer is simple. “These were not Victorian damsels,” Rice says. “They were hard as nails.” [...]
In late 2021 a British charity raised close to $20 million to purchase a trove of work by the Brontës, including letters and diary entries, and last April a miniature book of poetry made by the 13-year-old Charlotte sold for $1.25 million at the New York International Antiquarian Book Fair. This month filmmaker Frances O’Connor will release Emily, (starring Emma MacKay, above), a beautiful big screen ode to the author that earned raves when it premiered at the Toronto International Film Festival. “There’s this crossover between who she was and what’s happening at this moment for young women, when there’s a pressure to present perfection,” O’Connor says of her subject. “I wanted to say something about that.”
Perhaps that’s the appeal: The Brontës are a heritage brand that’s seemingly ripe for a refresh—whether or not you’ve studied every word. As Rice says, “With great novels, you’ve either never read them and pretend you have, or you read them a long time ago and can’t remember them.” (Adam Rathe)
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Kate Bush News celebrated the 45th anniversary of the release of Kate Bush's
Wuthering Heights.The one that started it all. Kate’s breathtaking debut single, Wuthering Heights, was released 45 years ago today on January 20th 1978! Music writer Sam Liddicott has put together a new podcast episode to celebrate. You can hear Seán talking about Wuthering Heights [Seán is at 1:02:15 but this special also includes DJ Mark Radcliffe, performer Sarah-Louise Young and the music writer Tom Doyle] Thanks, Sam! (Séan)
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Emily. From
El Día (Spain):
No obstante, se trata de una propuesta poco convencional, que trata de desligarse de esos tradicionales cánones vinculados a los largometrajes de época en general, y de los ambientados en Inglaterra en particular, para apostar por un estilo más libre y moderno. Ello implica la puesta en escena de un estilo novedoso llamado a captar el interés del espectador, aunque que se perciben diversas licencias autoatribuidas que restan cierta credibilidad a la narración. Quizás hubiese sido deseable contar con una semblanza más fidedigna, pese a que la calidad cinematográfica no se resienta en exceso por esa razón.
Por lo tanto, Emily presenta una existencia imaginaria de Emily Brontë, en la que se la caracteriza como una joven rebelde e inadaptada a su tiempo que anhelaba encontrar su voz como escritora. La cinta explora las relaciones que le sirvieron de inspiración, tanto con Charlotte y Anne como con su malogrado primer amor, además de la especial amistad y complicidad que le unían a su inconformista hermano Branwell, a quien idolatraba.
En mis críticas no suelo referirme en exceso a las bandas sonoras, pese a ser una de mis grandes pasiones. Sin embargo, esta vez no puedo resistirme a hablar del gran compositor polaco Abel Korzeniowski, que se ha convertido en los últimos años en un referente indiscutible de la composición para el Séptimo Arte, aun participando en proyectos menores o, incluso, de baja calidad. Sus creaciones para Romeo y Julieta (la versión de 2013 protagonizada por Hailee Steinfeld) o Wallis y Eduardo: El romance del siglo (dirigida por la cantante Madonna en 2011) dan fe de cómo este excelente artista ha logrado crear una música sublime y maravillosa para películas más bien mediocres o prescindibles. En Un hombre soltero y Animales nocturnos, ambas de Tom Ford, remarcó su valía y ahora en Emily subraya con elegancia cada plano.
Emma Mackey interpreta al personaje protagonista. La hemos visto recientemente en la discutible adaptación de Kenneth Branagh de
Muerte en el Nilo, si bien debe a la serie televisiva
Sex Education su nivel de popularidad, recibiendo por ella una nominación a los Bafta. Aquí sostiene con solvencia el peso de un papel complicado. Realiza un trabajo meritorio y adaptado a las exigencias de una recreación bastante heterodoxa. Le acompañan Oliver Jackson-Cohen (
Sed de venganza, El hombre invisible de 2020) y Alexandra Dowling (
Juego de tronos), quien da vida a su otra hermana.
(Gerardo Pérez Sánchez) (Translation)
Uno de los grandes aciertos del argumento de Emily (elaborado por la propia O'Connor) es evitar caer en los convencionalismos propios de las biopics, y se asume en su lugar como una ficción inspirada en hechos y personajes reales. Decisión por la cual sacrifica veracidad histórica, pero en cambio le brinda mayor libertad creativa, le permite maximizar el universo (y la mirada) eminentemente femenina de su protagonista, al tiempo que propicia una mejor aproximación y exploración de la psique de su personaje, su contexto, sus vivencias, su lucha por encontrar su propia voz y emancipación, y el cómo todo ello impacta directamente en su obra.
Otro acierto del guion radica en otra mirada: la de su realizadora, quien nos muestra todos estos aspectos desde un punto de vista fresco y contemporáneo, pero cuidando de que dicha mirada no altere la autenticidad de su personaje, adecuadamente contextualizada dentro de su propio momento sociohistórico.
A diferencia de otros trabajos de naturaleza revisionista donde, en afán de empoderar a sus protagonistas y de paso tratar de insertar un discurso progresista y/o feminista, se le deconstruye acorde a las perspectivas actuales, reinventándolo (y no pocas veces falseándolo en el camino). Frances hace justo lo contrario: enfatiza (clara pero sutilmente) el entorno opresivo, conservador y machista alrededor de Emily, haciendo que su rebeldía contenida empiece a fluir a través de las pocas fisuras existentes en dicho entorno, y sea perceptible incluso en sus mínimos gestos y ademanes, en la forma en como ella dice las cosas, y desde luego, en la forma de reaccionar frente a diversas situaciones, siendo el punto climático Cumbres borrascosas, y creando un personaje complejo, verosímil, reflexivo y muy emotivo, factores en los cuales la estupenda interpretación llevada a cabo por Emma Mackey es crucial. [...]
Emily no es un largometraje para aquellos que solo buscan una biografía para conocer datos precisos de la vida y obra de la ya legendaria escritora, y más bien va dirigido a aquellos quienes deseen sumergirse en la sensibilidad y creatividad de un ser humano en busca del amor, la autoafirmación, y la libertad.
(Francisco Javier Quintanar Polanco) (Translation)
El mañana (Mexico) gives 2.5 stars to the film.
En Emily, que tuvo su estreno en el Festival de Toronto, la actriz Frances O’Connor hace su debut detrás de las cámaras para contar la historia de la escritora, o por lo menos una versión de ella.
Se podría decir que el papel más conocido de O’Connor es el de Fanny Brice en la adaptación de Mansfield Park (1999), a su vez basada en la novela de Jane Austen. Es una curiosa coincidencia (o no), ya que lo que O’Connor pareciera hacer con la vida de Emily es precisamente tratarla cual novela de Austen, incluyendo la inserción de un romance épico que además toma el rol de catalizador.
El hombre en cuestión es William Weightman (Oliver Jackson-Cohen), una especie de antítesis del Mr. Darcy de “Orgullo y Prejuicio” que Emily encuentra insufrible en un principio, pero que todos sabemos se convertirá en algo más.
La imagen de la autora siempre ha sido la de una persona sumamente introvertida, enfermiza, y hasta cierto punto antisocial.
En la versión de O’Connor, todas esas características se hacen presentes, pero el toque contemporáneo es que a nuestros ojos eso es lo que hace a Emily más entrañable y hasta simpática. Vamos, toda una heroína.
(Translation)
La marea (Spain) has an article on women writers.
Blanca Pujals siente devoción por las Brontë. La primera edición de Cumbres borrascosas de Emily Brontë fue todo un acontecimiento en el Reino Unido de 1847. Salieron a la vez bajo el pseudónimo de Ellis Bell, Jane Eyre de Currer Bell (pseudónimo de Charlotte Brontë) y Agnes Grey de Acton Bell (que era Anne Brontë). No es de extrañar que utilizasen pseudónimos masculinos, la sociedad de la época consideraba que las mujeres no eran capaces de escribir sobre temáticas como la violencia o el alcoholismo.
La crítica especulaba sobre si eran obras de un mismo hombre. Cuando las hermanas Brontë se presentaron ante el editor, este no daba crédito de estar ante tres autoras de ropajes humildes. “La primera edición de
Cumbres borrascosas calificó de obra maestra categorizada como novela de aventuras. La segunda edición se publicó con el nombre de la autora y entonces ya se insufló su éxito”, explica la editora. Ya no eran consideradas novelas de aventuras, sino románticas. Y ya no trataban sobre temas universales, sino sobre temas domésticos.
(Elisenda Pallarés) (Translation)
The 1850 edition of
Wuthering Heights (published by Smith, Elder & Company) still had Ellis Bell on the cover, but in her biographical notice Charlotte (still as Currer Bell) refers to 'my sister Emily'. The reviews then focused more on the biographical notice than on the novels themselves, but G.H. Lewes still referred to
Wuthering Heights in his December 1850 review as a 'coarse' novel, 'even for men', 'the coarseness apparently of violent and uncultivated men'. He also describes it as 'sombre, rude, brutal, yet true'. Hence, while we agree that at some point
Wuthering Heights was turned into a mere romance, we are not so sure that it happened when the second edition was published even if by February 1851 the
Eclectic Review claimed that the novel had 'little more power to move our sympathies than the romances of the middle ages, or the ghost stories which made our granddames tremble'.
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