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    3 weeks ago

Friday, January 13, 2023

Friday, January 13, 2023 8:02 am by Cristina in , , , , ,    No comments
InDaily (Australia) reviews Emily.
It is a pretty tale about a clever girl with an adventurous streak, an accomplished pianist and confident French speaker who is so shy she hides in the cupboard and suffers from agoraphobia. The character of Emily is anchored by Emma Mackey (Sex Education, Eiffel) who brings life and conviction to Emily’s wild-child nature, part fiery rebel and part dutiful daughter in a bonnet. [...]
There are inconsistencies and red herrings. Emily’s adoration of her feckless brother Branwell (Fionn Whitehead) is extreme, as he throws away a place at the Royal College of Art, and turns to opium and gin to fulfil his destiny as the Bronte who couldn’t write. Meanwhile, Emily, who was too fearful to leave the house, heads off to Brussels with Charlotte to heal her broken heart. [...]
O’Connor plays by the rules of period drama with swelling scores to direct our emotional response, but Mackey’s luminous performance brings warmth to a story about a brilliant young woman awakening to love. (Penelope Debelle)
The film is released today in Spain and many news outlets review it. Too many of them spell Brontë as Brönte, which is obviously terrible.

Emily is a heroine for our times according to The Objective.
Dirigida por la debutante Frances O’Connor, la película tiene una ambientación de época exquisita y ortodoxa (aquí no hay actores negros interpretando a aristócratas británicos en pleno siglo XIX como en la serie Los Bridgerton). Los ásperos parajes de Haworth están plasmados con gran vistosidad plástica, los hechos históricos están bien documentados y todos los personajes que aparecen son reales, incluido el joven clérigo Wiliam Weightman. Todo el contexto, por tanto, es veraz. Donde la directora se toma libertades creativas es en la historia de amor entre Emily y Weightman que nos cuenta. Weightman, ayudante de Patrick Brontë, era, por los datos que nos han llegado a través de las cartas de Charlotte y los diarios de Emily, un hombre contradictorio, seductor y ambicioso. La película relata como, tras entablar relación amorosa con Emily, el clérigo sufre el tormento de culpa y sobre todo el miedo a ser repudiado socialmente, y esas dudas y cobardías truncan el romance que viven en secreto.  [...]
La Emily de esta película (interpretada de forma muy convincente por Emma Mackey, procedente de la serie Sex Education) es veraz en el retrato global del personaje y en la reconstrucción del contexto, pero se toma licencias con algunas supuestas vivencias del personaje. Hay otra licencia, o acaso desliz, cuando aparece en pantalla la primera edición de Cumbres borrascosas, que se publicó en vida de la autora; el libro está firmado por ella, pero en la realidad no fue así, en esa primera edición el autor que figuraba era Ellis Bell, su seudónimo.
Tampoco tienen base documentada las escenas en que toma opio con Branwell (no hay constancia alguna de que ella lo llegase a probar), destinadas a convertirla en una suerte de heroína rebelde y moderna desde una mirada contemporánea. Destacan precisamente algunas de las escenas con Branwell entre las mejores de la película: las escapadas nocturnas de ambos para espiar a unos vecinos y los diálogos en la soledad de los páramos, junto con otra secuencia portentosa en la que, durante una sesión de espiritismo que organizan las hermanas con unos invitados, Emily parece poseída por el espíritu de la madre fallecida y lo que había empezado como un juego acaba en una situación tensa y espeluznante, digna de Cumbres borrascosas. Y es que esta película, que acaso disguste a los expertos en las Brontë por las libertades que se toma, tiene la virtud de saber plasmar muy bien el mundo -exterior e interior- en el que vivieron las tres hermanas y captar el espíritu de su literatura forjada con pasiones desatadas, amores imposibles, culpas, secretos y tormentos. (Mauricio Bach) (Translation)
From El País:
En su recreación del mito de las Brontë, O’Connor no cae en el presentismo. Tampoco en los guiños fáciles al público actual. Pero sí introduce aspectos biográficos que han ido tomando protagonismo en los últimos tiempos. Emily no es un biopic al uso, sino una ficción que indaga en la verdadera naturaleza indómita de la escritora y en sus lazos familiares, especialmente en la figura de su hermano Brandwell, el mimado de los Brontë, que acabó arrastrado por su adicción al alcohol y al opio. Con él, Emily siempre mantuvo una relación especialmente cómplice.
Con todas sus torpezas (innecesarios subrayados musicales, brochazos a cámara lenta…), Emily atrapa al espectador porque logra recrear un entorno familiar nada idílico y por el retrato que logra la actriz Emma Mackey de la escritora, una mujer cuya introversión rozaba lo patológico. Eso, según las últimas investigaciones, podría deberse a que incluso padecía síndrome de Asperger.
La elección de Mackey es arriesgada y un acierto. En principio, parece demasiado alejada del estereotipo que asociamos a la época victoriana, algo que sí cumple el resto del reparto. Pero según avanza la película, su belleza representa muy bien el ensimismado e iracundo carácter de la escritora, su desajuste con la realidad. Una mujer que se educó en un ambiente puritano y severo del que huía gracias a su fértil imaginación y a su simbiosis con los verdes valles de Yorkshire, esa conexión con la naturaleza que, según el poeta Ted Hughes, escondía el secreto de la intensidad erótica de su obra. (Elsa Fernández-Santos) (Translation)
O´Connor, se estrena con muy buen tono en la dirección cinematográfica. [...]
La joven Emma Mackey, estrella de la serie Sex Education, da vida a Emily y lo hace a través de una soberbia interpretación llena de matices. La acompañan en el reparto Alexandra Dowlin y Amelia Gething, que encarnan respectivamente a Charlotte y Anne, las hermanas de la novelista y Fionn Whitehead, que se mete en la piel del hermano Brannwell.
Emily resulta interesante por distintas razones. . .  (Javier López Iglesias) (Translation)
La Vanguardia reviews it briefly:
Como en "Cumbres borrascosas", de Emily Brontë, estamos ante una desaforada muestra de romanticismo macabro. Amores prohibidos, autoritarismo trasnochado y rebeldía que desafía los convencionalismos atravesando un paisaje tan bello como desolado. Hay pasión, hay locura y hay fantasmas en este retrato de mujer victoriana. En "Emily", basada -muy libremente- en la vida de la escritora, los momentos visuales son espléndidos. Y su protagonista, Emma Mackey, como Emily, convoca con autoridad las emociones tormentosas de esa novela célebre que nos legó la pequeña de las hermanas Brontë. Una interpretación de premio. (Salvador Llopart) (Translation)
Emily nace producto de una obsesión: reivindicar la figura de una escritora que el paso del tiempo ha puesto en su lugar como una de las más preclaras mentes inglesas de su época. Muestra precisamente el proceso de creación y publicación de su obra más reconocida: "Cumbres borrascosas", pero también hace hincapié en el caldo de cultivo familiar para que emergiera su voz.
Hay grandes aciertos en esta película y uno de ellos es la elección del elenco principal con la joven Emma Mackey como protagonista, por primera vez, tras haber despuntado y obtenido un reconocimiento mundial por su papel en la serie Sex Education interpretando a Maeve Wiley (donde la veremos de nuevo este año con el estreno de la cuarta temporada).
A pesar de su juventud la actriz le aporta al personaje la fuerza y la vulnerabilidad que hacen que en contraste podamos sentirnos identificada con sus frustraciones, sus anhelos y los límites que la sociedad del momento le impuso por el simple hecho de ser mujer.
Pero no estamos ante una hagiografía y Emily también nos transporta al lado más frío y duro de esta mujer, con alma de poetisa pero desdichas como un amor frustrado o ciertas debilidades físicas y anímicas que la llevaron a arrastrar problemas de salud y quebraderos de cabeza que se terminaron filtrando en su obra.
Incluso hay ciertos pasajes que se internan brevemente en el terreno del terror (hablamos, claro está, de las secuencias dedicadas a una máscara, que ponen los pelos de punta).
No todo son aciertos: hay que decir que la puesta en escena a veces no se ciñe a lo que se espera de la época retratada. Mientras que hay gran cuidado en el vestuario y el atrezzo, ciertos peinados o detalles desentonan y tienen el potencial de sacarte de la narración si no puedes evitar fijarte en ellos.
Uno de los puntos fuertes de Emily es mostrarla justamente como una mujer fuera de su realidad, adelantada a su tiempo, y no ser solo una celebración de su vida sino un también un ejercicio que nos permite comprender de dónde procede su imaginación y también su amargura, con el impacto de las grandes pérdidas que tuvo que sobrellevar en sus 30 años de vida.
En suma, estamos ante una película que ha tardado casi una década en cristalizar pero que merece la pena visionar en pantalla grande para disfrutar de ella en todo su esplendor. Y ya de paso si hace que alguien abra el libro en cuestión y indague aún más sobre su vida, mejor que mejor.
VALORACIÓN: Drama de época notable que consigue atrapar la personalidad de una mujer atrapada por el corsé de una sociedad muy opresiva, rebelde, fuera de lugar pero también sensible, brillante y talentosa. Emma Mackey es ideal para darle vida.
LO MEJOR: Emma Mackey brilla en su interpretación dando vida a una mujer adelantada a su tiempo de vida muy trágica.
LO PEOR: Algunos elementos de la puesta en escena y de la caracterización de los personajes son anacrónicos. (Raquel Hernández Luján) (Translation)
El Español thinks Emily is now an 'empowered woman' because she has had a (fictional) romance.
Por su premisa fabulística, y por el subrayado de los rasgos más consabidos de la personalidad de Brontë –su actitud soñadora y su inclinación a la reclusión–, Emily parecía destinado a ser un biopic fantasioso y ramplón. Sin embargo, O’Connor saca un partido inesperado del material narrativo gracias a la conquista de tres registros estéticos de difícil ensamblaje.
En primer lugar, y para evocar el carácter indómito de Brontë, la película invoca un naturalismo vivaz, con la cámara operando de un modo hipersensible ante el más leve indicio de un trasiego emocional. Luego, para capturar la cara más lúgubre de la Inglaterra victoriana, en su versión campestre, O’Connor ahonda en un preciosismo de interiores iluminados con velas, que remite inevitablemente al Barry Lyndon (1975) de Kubick.
Y, por último, el filme afianza su singularidad a través de varios destellos formalistas: la filmación a cámara lenta de una carrera bajo la lluvia, la anulación del sonido para penetrar en la subjetividad de Emily, o el empleo de primeros planos frontales que convierten el rostro de la protagonista en un cúmulo de detalles expresivos. [...]
Pese a que esta comparativa corre el riego de sobreestimar la labor de O’Connor, sirve también para verter luz sobre la ejemplar colaboración de la cineasta novel con la directora de fotografía Nanu Segal y, sobre todo, con la actriz Emma Mackey.
Conocida por su papel en la serie de Netflix Sex Education, Mackey convierte la introversión de Brontë en un festín de contención que se arrebata cuando estalla la pasión amorosa.
Emily pone en escena el choque entre la gris ortodoxia social y la sed creativa de Brontë, entre el conservadurismo de los edictos morales del cristianismo y un horizonte de empoderamiento femenino. (Manu Yáñez) (Translation)
From La Opinión de Zamora, which gives it 4 stars:
En su debut tras la cámara, la también actriz Frances O’Connor imagina para Brontë varios actos de rebeldía y un romance tórrido al tiempo que reflexiona sobre la compleja naturaleza de las relaciones fraternales, basadas en el amor pero contaminadas por los celos y la rivalidad. Obteniendo la máxima expresividad tanto de los páramos y las colinas como de unos interiores envueltos de una atmósfera melancólica y sepulcral, traza el retrato de una mujer que no solo sobrevive en ese mundo diminuto que ama profundamente y por el que a la vez se siente perturbada, sino que lo usa para nutrir su imaginación; y para darle vida se sitúa estratégicamente en un punto medio entre el clasicismo del asunto narrativo y la modernidad de la propuesta estética desde el que deja claro hasta qué punto Brontë fue una mujer adelantada a su tiempo. (Nando Salvà) (Translation)
RTVE announces that the film will be briefly discussed on the TV programme Días de cine. Elle and La verdad recommend it.

Cinemanía goes on to list the best Brontë adaptations.

A contributor to The New Yorker discusses 'grammatical pet peeves'.
A couple of decades of semi-attentive random reading has convinced me that, the longer ago a book or essay was written, the less likely it is to contain even one Bad Thing. Charlotte Brontë never describes Mr. Rochester the way Wikipedia does: “A Byronic hero, he has a face ‘dark, strong, and stern.’ ” (David Owen)
Fantrippers (France) visits the Brontë Parsonage Museum. Spanish BookTuber Cumbres Clásicas has uploaded part 1 of 3 of her discussion of Wuthering Heights. Finally, an alert from Córdoba (Spain):
Club de lectura juvenil Estrella de los Libros (17.00, Biblioteca Central); con Cumbres borrascosas, de Emily Brontë (via Córdoba Buenas Noticias)

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